Un gato, una niña y su imaginación. Nada más y nada menos. ¡Para qué más! Si ellos solos pueden abarcar el mundo entero, si con ellos se derriten y desaparecen los límites de la realidad, si se bastan para viajar a continentes exóticos, a épocas pasadas, a planetas lejanos, a mares profundos, a cielos límpidos, siempre más allá de lo imaginable… Para ello, únicamente hace falta un ingrediente más, cuya importancia en la vida conocen bien los niños y algunos adultos sabios: jugar. Jugar a transformar, a transformarse, a convertir los objetos cotidianos en asombrosas metáforas, a hacer poesía de nuestros sueños y nuestras vidas. Claudia Legnazzi recrea un mundo lleno de sensibilidad donde tienen cabida la amistad, la ternura, los miedos, los anhelos y los deseos más íntimos.
LA AUTORA:
Claudia Legnazzi nació en 1956 en Buenos Aires (Argentina) donde cursó estudios de Bellas Artes. De pequeña conoció el mundo a través de la fascinación por las imágenes y las historias que descubrió en los libros de cuentos de la librería de su abuelo. Desde entonces nunca dejó de dibujar y de inventar historias, al principio en las paredes de su casa, cuando su madre no la veía, o en los vidrios de la cocina empañados por el vapor de la comida en invierno. Ahora, y desde 1987, dibujar es su trabajo y sus historias las hace en papeles con lápices, pinceles y pasteles de muchos colores, y las ha publicado en muchas editoriales de su país y de México, donde se trasladó a vivir en 1993. Ha recibido varios premios como: Segundo lugar en el Catálogo de ilustradores del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, en 1996. En 1997 recibió un Runner-up en el Noma Concurso de Ilustración en Japón. En 2002 obtuvo el Primer Lugar en el Catálogo de Ilustradores y el primer lugar al mejor libro ilustrado con su libro El mar de Ana, ambos otorgados por El Consejo Nacional de la Cultura y las Artes en la Feria internacional del libro Infantil y Juvenil en México. También en este año recibió el Gran Premio del Jurado en el Noma Concurso de Ilustración de la UNESCO Asia, celebrado en Tokio, Japón. Su trabajo ha sido adquirido por el Chihiro Art Museum de Tokio. Osamu Tsukasa, autor y pintor, ha escrito sobre su trabajo: «En tus pinturas me parece estar sintiendo el ritmo del tango, y al mirarlas imaginando la música, siento un tremendo placer».