Hoy en día, la inteligencia artificial (IA) es uno de los temas de moda, ya que cada vez está al alcance de más usuarios gracias a la popularización de herramientas como el conocido Chat GPT o el anuncio de Google Bard, un sistema conversacional que hará competencia al mencionado anteriormente.
La inteligencia artificial está transformando nuestra sociedad de múltiples maneras. Por ello, tratar este tema en las aulas puede ser muy enriquecedor e interesante para el alumnado, ya que se trata de un asunto que despierta mucha curiosidad y que, al mismo tiempo, les podrá ser útil para distintos ámbitos de sus vidas.
Se trata de una cuestión que tiene impacto en áreas como la ética, la filosofía de la mente, de la tecnología, etc., por lo que puede servir para estimular el pensamiento crítico de los estudiantes, a la vez que se promueve el debate y la generación de ideas y pensamientos.
Algunas tendencias que se pueden analizar son el aprendizaje automático o el procesamiento del lenguaje natural y cómo esta tecnología está dando lugar a nuevos interrogantes filosóficos. Al mismo tiempo, también se plantean desafíos éticos y morales que surgen conforme la inteligencia artificial se vuelve más autónoma y capaz de tomar decisiones por sí misma.
La intersección entre la filosofía y la inteligencia artificial plantea preguntas sobre la mente y el papel de la tecnología en nuestra comprensión del mundo. Además, el desarrollo de la IA ha desafiado y enriquecido la reflexión filosófica, ya que a medida que avanza, es crucial reflexionar sobre las implicaciones éticas y conceptuales que plantea.
Los desafíos que plantea la inteligencia artificial
La inteligencia artificial ha planteado desafíos y ha provocado un cuestionamiento de concepciones filosóficas tradicionales. El surgimiento de sistemas capaces de tomar decisiones éticas ha conducido a la reflexión sobre la responsabilidad y la autonomía moral de las máquinas. Por otro lado, la capacidad de las máquinas para procesar grandes cantidades de datos ha generado debates sobre la naturaleza del conocimiento.
La inteligencia artificial y la ética
La IA plantea dilemas éticos como la privacidad de los datos, el sesgo algorítmico (la tendencia a producir resultados o tomar decisiones sesgadas como consecuencia de la forma en la que la inteligencia artificial ha sido entrenada) y el impacto en el empleo. Los filósofos y filósofas han reflexionado sobre estos desafíos y han propuesto teorías éticas que pueden guiar el desarrollo y el uso de la inteligencia artificial de la forma más ética posible.
Filosofía de la mente y la inteligencia artificial
Como vimos en La filosofía de la mente en las aulas, la filosofía de la mente se encarga de estudiar la conciencia, la percepción y la naturaleza de la mente y la inteligencia y se plantea preguntas como «¿qué es la mente?», «¿cómo funciona la percepción?» y «¿qué nos hace conscientes?». Estas cuestiones también son relevantes para la inteligencia artificial, ya que tanto científicos como filósofos buscan comprender cómo replicar y simular la mente humana en sistemas de IA.
Actividades para plantear en el aula
- Lluvia de preguntas filosóficas. La inteligencia artificial genera muchas inquietudes y preguntas; por ello, seguro que los estudiantes tienen cuestiones que plantear a toda la clase. Después de conocerlas, se pueden seleccionar varias para ser respondidas más ampliamente y para que el resto del alumnado dé su punto de vista y reflexione en torno a ellas.
- Planteamiento de hipótesis. Una de las dudas más popularizadas alrededor de los usos de la inteligencia artificial está directamente relacionada con los puestos de trabajo, ya que se plantean cuestiones sobre si la inteligencia artificial acabará sustituyendo a los humanos en algunas de las tareas que desempeñan en la actualidad. Este tema puede generar mucho debate, por lo que se trata de una pregunta ideal para plantear en el aula.
- Simulación de ética en el diseño de la IA. Como se ha mencionado, el sesgo algorítmico es uno de los dilemas éticos que plantea la inteligencia artificial. Por ello, se puede plantear una actividad en la que los estudiantes, tanto individualmente como en grupo, creen un código ético para guiar el diseño de una aplicación de IA. Para hacerlo, tendrán que considerar aspectos como la privacidad, la equidad, el impacto social, etc. Tras realizar la tarea, se pueden exponer en clase para dar pie a discusiones, nuevas propuestas…
Como vemos, reflexionar sobre las implicaciones de la inteligencia artificial nos permite cuestionar nuestras suposiciones y analizar las implicaciones que conllevan los avances tecnológicos. En el momento en el que nos encontramos, es importante fomentar la educación y la conciencia sobre los dilemas que estos plantean para que todo el mundo pueda tener los conocimientos suficientes para hacer uso de ellos y, al mismo tiempo, tener la capacidad de pensar críticamente en las implicaciones y los beneficios que pueden tener en la sociedad.