Cuatro series con trasfondo filosófico (III)

En la entrada de hoy os recomendamos cuatro series más que, a pesar de no tener la filosofía como argumento principal, sí que tienen un trasfondo que se puede analizar detenidamente con el alumnado. A partir de ellas podemos introducir en el aula temas como el significado del mundo, la fe, el destino, el poder y la libertad.

The Leftovers

El punto de partida de esta serie es el evento conocido como la «partida repentina», en el que el 2% de la población desaparece sin dejar ningún rastro. A partir de este evento podemos plantearnos diferentes cuestiones filosóficas en relación con el sentido de la vida, la fe o la búsqueda de significado en un mundo que parece carecer de él.

Por ejemplo, la desaparición en masa de la población plantea preguntas sobre el propósito y la razón de nuestra existencia. Los personajes de The Leftovers se ven forzados a reevaluar sus vidas y encontrar nuevos propósitos tras la «partida repentina». En el aula podemos analizar escenas específicas como la crisis existencial de Kevin, el jefe de policía o las terapias de Nora, que ha perdido a su familia tras la partida, para observar y analizar cómo los personajes se enfrentan a la falta de sentido.

Por otro lado, en The Leftovers se observa cómo los diferentes personajes buscan consuelo en la religión y el espiritualismo como respuesta a la incertidumbre y la pérdida. Por ejemplo, observamos cómo se crean nuevos movimientos religiosos que reflejan la necesidad humana de encontrar consuelo en un grupo y de sentir que perteneces a él, sobre todo en tiempos de crisis.

Perdidos

La serie creada por J.J. Abrams, Damon Lindelof y Jeffrey Lieber, una de las más populares de la historia, sigue a los supervivientes de un accidente aéreo en una isla remota aparentemente desierta. Las complejas narrativas de la serie permiten realizar diferentes reflexiones filosóficas en torno a diferentes temas, como la fe y la ciencia, el destino o la identidad.

Gracias a la personalidad de los personajes podemos observar la relación entre la ciencia y la religión y cómo estas influyen en la percepción de la realidad. A lo largo de la serie, Jack (un hombre de ciencia) y Locke (un hombre de fe) simbolizan el conflicto entre razón y espiritualidad, lo que se ve reflejado en sus decisiones, comportamientos y maneras de interpretar los eventos que ocurren en la isla.

Por un lado, Jack confía en la evidencia empírica y en el método científico, por lo que su enfoque a los problemas es lógico y basado en datos verificables, es decir, todo fenómeno debe tener, para él, una explicación lógica, mientras que rechaza cualquier cosa que no pueda ser comprobada científicamente. Por su parte, Locke cree que la isla tiene un propósito especial y que los sucesos que ocurren en ella están guiados por una fuerza mayor. De este modo, toma decisiones basándose en su intuición y acepta lo inexplicable.

Twin Peaks

A raíz de la investigación del asesinato de Laura Palmer en un pequeño pueblo repleto de secretos, podemos explorar temas como el dualismo, el existencialismo o la naturaleza de la realidad.

En Twin Peaks se nos presenta un mundo en el que coexisten lo cotidiano y lo sobrenatural y, al mismo tiempo, se explora la existencia de dos realidades: la ordinaria y la de la Logia Negra/Blanca, que representan el bien y el mal, respectivamente. Este dualismo se refleja en los personajes y sus acciones, y muestra una constante lucha entre estas fuerzas opuestas.

A partir de esta idea podemos reflexionar sobre el mundo de las ideas que proponía Platón. Por un lado, encontramos el mundo sensible (el que percibimos) y el mundo de las Ideas (la verdadera realidad). En la serie, la Logia Negra y la Logia Blanca se pueden interpretar como representaciones de estos dos mundos: Logia Blanca simboliza un plano superior de existencia y la Logia Negra, una distorsión malévola.

Por otra parte, Twin Peaks juega con la idea de múltiples realidades y percepciones de la verdad, pues se sugiere que la realidad es menos objetiva de lo que parece. A partir de esta premisa podemos explorar teorías como el constructivismo, que sostiene que la realidad es una construcción de nuestras percepciones y experiencias. ¿Cómo definirían los estudiantes la realidad? ¿Consideran que existe una realidad objetiva para todo el mundo o que, por lo contrario, cada uno tiene una versión de esta?

El cuento de la criada

Basada en la novela homónima de Margaret Atwood, El cuento de la criada nos presenta una sociedad distópica donde las mujeres son subyugadas bajo un régimen teocrático que nos permite abordar el poder, la libertad, la identidad y la lucha por los derechos humanos.

En primer lugar, podemos analizar el poder y el totalitarismo. El régimen de Gilead, donde se desarrolla la historia, es un estado teocrático totalitario que justifica su autoritarismo mediante la religión. El poder se centra en manos de unos pocos y se ejerce control mediante la vigilancia, el miedo y la represión.

Por otro lado, las mujeres son despojadas de sus derechos y clasificadas en roles, entre los que encontramos a las criadas, que son reducidas a su función reproductiva y son sometidas a violaciones. Aquí podemos introducir la teoría de Foucault sobre la biopolítica, donde el poder no se ejerce únicamente mediante la ley y la fuerza, sino también controlando el cuerpo y la vida de los habitantes. Al mismo tiempo, podemos hablar sobre el totalitarismo según lo plantea Hannah Arendt, que argumenta que busca dominar todos los aspectos tanto de la vida pública como de la privada. En el caso de El cuento de la criada, el régimen controla todos los aspectos de la vida de los ciudadanos, especialmente de las mujeres.

Si os gustaría conocer otras series que pueden ser herramientas muy útiles en el aula de Filosofía, no os olvidéis de consultar las entradas Cuatro series con trasfondo filosófico y Cuatro series con trasfondo filosófico (II).