Trabajar las relaciones humanas en el aula de Filosofía

En las últimas décadas, el auge de la tecnología y la globalización ha transformado profundamente las relaciones humanas. En el aula tenemos la oportunidad de explorar estos cambios y de proporcionar herramientas para una reflexión crítica y ética sobre cómo nos comunicamos.

La ética del cuidado y la empatía en las relaciones

Una perspectiva filosófica que podemos introducir en las aulas para tratar las relaciones humanas es la ética del cuidado. Esta corriente se centra en el cuidado, la responsabilidad y la empatía hacia los demás, reconociendo que las relaciones humanas son fundamentales para la identidad y el bienestar.

Además, para cuidar nuestras relaciones es importante atender las necesidades de los demás y asumir responsabilidades hacia ellos. Por ello, la empatía se convierte en un aspecto fundamental para lograrlo y poder responder de manera adecuada y compasiva. La empatía, además, permite la creación de vínculos más profundos y auténticos y es esencial para desarrollar relaciones saludables y sostenibles.

La tecnología y las relaciones humanas

El impacto de la tecnología en las relaciones humanas es uno de los temas más debatidos de nuestro tiempo, ya que la revolución digital ha transformado la comunicación. Plataformas como las redes sociales, los mensajes de texto y las videollamadas han redefinido cómo nos conectamos con los demás.

Un ejemplo lo encontramos en la despersonalización: en las plataformas digitales se suele reducir a las personas a perfiles y números, lo que puede facilitar comportamientos negativos como el ciberacoso.

En el aula, podemos remarcar la importancia de tratar a los demás de la misma manera que lo haríamos en persona, con dignidad y respeto. De esta manera contribuiríamos a un entorno digital más amable y humano.

La claridad a través de la comunicación digital

La comunicación cara a cara dispone de un contexto que nos proporciona información adicional y nos ayuda a aclarar el significado de lo que se dice. Las expresiones faciales, el tono de voz y el lenguaje corporal juegan un papel crucial en la transmisión de mensajes complejos. Al comunicarnos digitalmente, los elementos contextuales desaparecen, lo que puede llevar a malentendidos. A su vez, cuando nos comunicamos en línea, solemos ser más breves y directos, lo que puede dar lugar a situaciones ambiguas o confusas.

También hay que tener en cuenta que la comunicación digital suele fomentar la multitarea, es decir, estamos involucrados en múltiples conversaciones y actividades simultáneamente, lo que puede dispersar la atención y reducir la calidad de las interacciones.

Sin embargo, podemos analizar con los estudiantes cómo ser claros y fomentar la práctica de mensajes detallados. Expresar ideas complejas de forma escrita no solo les ayudará a ser más francos a la hora de comunicarse digitalmente, sino en otros aspectos, como por ejemplo al hacer una exposición oral en clase. Asimismo, se pueden realizar actividades que enseñen a los estudiantes a concentrarse en una sola tarea a la vez para desarrollar la atención plena en la comunicación.

Actividades para trabajar las relaciones en el aula

  • Estudio de casos éticos. Presentar estudios de casos reales o ficticios que planteen dilemas éticos puede servir para que el alumnado debata y que así se les pueda guiar hacia una discusión sana y respetuosa para que sean conscientes de la importancia de mantener el respeto también en situaciones de discrepancia.
  • Reflexiones grupales sobre la cultura y la diversidad. Facilitar discusiones y actividades que exploren cómo la cultura y la diversidad afectan a las relaciones humanas permite ver que las diferencias culturales implican diferentes maneras de entender conceptos. No obstante, los estudiantes deberán encontrar cómo entenderse al mismo tiempo que aprecian y valoran la diversidad.
  • Simulación de situaciones cotidianas. Durante el día a día pueden surgir diferentes conflictos y debemos aprender a tratarlos para que no se conviertan en un problema mayor. Simular o exponer estas situaciones permitirá a los estudiantes mejorar sus habilidades para resolver conflictos y trabajar la comunicación asertiva y la escucha activa, pues tendrán que escuchar a la otra persona para comprenderla. Al mismo tiempo, deberán expresar sus opiniones de forma constructiva y clara para que la otra persona pueda hacer lo mismo.