Un proyecto coherente con el espíritu de la LOMLOE es la bien conocida máxima kantiana: “no se puede aprender filosofía, solo se puede aprender a filosofar”.
El objetivo final de nuestra asignatura no es la memorización de las teorías de los y las filósofas que recorren la historia de la disciplina, sino la comprensión de las preguntas a las que se enfrentaron y de sus respuestas, además de la reflexión, crítica, discusión y actualización de dichos problemas por parte del alumnado. Es, por tanto, una tarea activa, crítica y creativa que realizamos en común sobre cuestiones abiertas que todavía hoy nos interpelan. Nuestro trabajo en el aula debe ser, enseñar a filosofar y conseguir una clase activa en partiendo de las ideas aportadas a lo largo de la historia de este saber.
El índice y desarrollo de las unidades se ajusta al enfoque de los saberes básicos. Se trata de recorrer los temas, los problemas y debates que han provocado las teorías de filósofos y filósofas a lo largo de la historia del pensamiento. Para ello se hace necesario exponer algunas de esas ideas de manera particular, pero siempre teniendo en cuenta la problemática a la que responden y su relación con otras respuestas de autores y autoras coetáneos o de otras épocas, evitando un tratamiento aislado y academicista, y haciendo manifiesto la evolución del pensamiento.
Dedicamos especial atención a las pensadoras olvidadas o silenciadas, poniéndolas en diálogo con el resto de la tradición. Y no solo a las que aparecen en el índice de saberes básicos del Decreto; aportamos además otras filósofas cuya relevancia en el debate de los problemas filosóficos de su época creemos que debe ser reconocida.
Las situaciones de aprendizaje propuestas, además de ayudar a la adquisición de las competencias específicas indicadas en el Decreto, proporcionan un ejercicio continuo para la preparación de las pruebas de acceso a la universidad (EVAU).