El papel de la retroalimentación en la enseñanza

En el mundo de la educación, ofrecer feedback al alumnado es esencial. En el caso de la filosofía, el retorno implica razonar, explorar ideas, debatir con argumentos sólidos, etc. Este proceso puede ser determinante para impulsar el aprendizaje y la motivación de los estudiantes.

¿Por qué la filosofía necesita respuesta?

  • Fomenta el pensamiento crítico. Para desarrollar el pensamiento crítico es necesario cuestionar las creencias propias y explorar nuevas perspectivas. Para ello, les ayudará recibir impresiones sobre sus ideas y argumentos.
  • Mejora la argumentación. En filosofía, es fundamental construir argumentos sólidos e identificar falacias. A través del debate podrán mejorar sus habilidades argumentativas al ser conscientes de qué aspectos pueden mejorar y en cuáles sobresalen.
  • Promueve la comunicación. Comunicarse de forma adecuada es muy importante en una disciplina como la filosofía, ya que los malentendidos restarían efectividad a lo que se pretende expresar. La comunicación entre docente y alumno puede ser muy útil para trabajar esta área.
  • Motiva al alumnado. Trabajar sin obtener una respuesta (o una muy simple) puede provocar que los estudiantes sientan que su trabajo no sirve para nada. En cambio, si reciben contestación, pueden sentirse más valorados.

¿Cómo podemos establecer una retroalimentación efectiva?

  • Comunicándola en el momento oportuno. El feedback ofrecido tendrá más valor cuando se reciba en momentos en los que el estudiante podrá aplicarlos en trabajos futuros o en otros aspectos de su día a día. Si la respuesta del docente tarda demasiado o se produce cuando el alumnado no esté receptivo, perderá algunos de sus beneficios.
  • Ofreciendo detalles. Los comentarios genéricos o las respuestas sencillas como «apto» o «no apto» no les harán reflexionar o darse cuenta de sus errores y de sus puntos fuertes. Señalar áreas e incluso frases específicas será más laborioso, pero mucho más efectivo.
  • Destacando lo positivo. Aunque el foco se sitúa en los aspectos a mejorar de un trabajo, es importante equilibrar la crítica (siempre constructiva) con el reconocimiento. Así, obtendrán confianza y sabrán qué aspectos trabajar más y cómo hacerlo.

El feedback no es exclusivo de los exámenes o trabajos escritos, sino que también puede producirse en el transcurso de debates o en otras actividades en el aula. En estos casos, es importante fomentarlo entre los estudiantes para que no se produzca solamente del profesorado hacia los alumnos, sino que entre ellos sean capaces de dialogar con argumentos sólidos y constructivos.

Por otro lado, también es importante que, antes de comenzar un nuevo trabajo o proyecto, se comunique adecuadamente al estudiante cuáles son las metas y los objetivos que se pretende alcanzar para que sepan qué se espera de ellos y lo hagan lo mejor posible. Además, conforme vayan avanzando, los criterios irán evolucionando, ya que tendrán conocimientos más amplios. Es esencial comunicar dichos criterios en cada etapa.

Como vemos, la retroalimentación no solamente beneficia a los estudiantes en el aprendizaje académico, sino que también les proporciona habilidades útiles en otros ámbitos de la vida. También constituye una guía para los estudiantes ya que, gracias a ella, además de recibir una evaluación podrán avanzar con paso firme hacia el desarrollo del pensamiento crítico y una mejor comprensión de lo estudiado.